Recibimos una llamada desesperada informando que un cachorro callejero había sido atropellado por un coche y no podía moverse. Lo encontramos debajo de un camión, demasiado herido para moverse, pero aún movía su cola cuando nuestro rescatista se acercó. En el momento en que lo levantamos, lanzó un grito de dolor. De vuelta en el hospital de Animal Aid, descubrimos que su pelvis estaba lesionada y necesitaría descanso, cuidado y terapia física extensa para recuperarse.
Este valiente cachorro, a pesar de su sufrimiento, no perdió su espíritu. Ahora, con el amor y los cuidados adecuados, esperamos que se recupere por completo y encuentre un hogar lleno de amor y seguridad. Su historia es un recordatorio conmovedor del poder del cuidado compasivo y la determinación para superar las adversidades. Seguiremos su viaje de recuperación y esperamos verlo pronto correr y jugar felizmente, dejando atrás los días de dolor y miedo en las calles.