Desde su nacimiento, ella ha estado extremadamente en desventaja debido a sus piernas discapacitadas. Sin ningún tratamiento o cuidado, fue despiadadamente desechada por su dueño. A diario experimentaba una vida dura, pero nunca se rindió.
Después de una exhaustiva revisión, el doctor determinó que su pierna también estaba fracturada, aparentemente como resultado de un golpe muy fuerte. En ese momento, los médicos usaron a Floresita para corregir sus patas delanteras. Necesitaría antibióticos y platasol en un futuro cercano para ayudar a que las heridas sanen. Caminar no era necesario en ese momento porque las articulaciones podrían haberse dañado y llevaría mucho tiempo curarse.
Toda la energía dentro de ella se desarrollaba de manera más positiva. Los tornillos fueron retirados y Floresta comenzó la terapia física suave. Tuvo que asistir a terapia física dos veces por semana. Todo se puede hacer para que esta niña progrese. Aunque lo intentó con fuerza, aún mostraba dolor a veces. ¿Podría superar este período difícil? Esto dependía de su voluntad.
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En ese tiempo, su salud había mejorado mucho, por lo tanto, se aumentó el número de ejercicios para que el proceso de recuperación ocurriera lo más rápido posible. Floresta debe continuar al menos dos meses adicionales de rehabilitación, dos veces por semana. Sabía que era un proceso lento, pero siempre estábamos allí para estar preparados para cualquier cosa que pudiera pasar.
Ese día regresó a una sesión de terapia física con la clase en la piscina. El doctor declaró que sus piernas estaban comenzando a responder y eso era una buena señal después de varios días de intentarlo. Y alguien siempre me contaba formas de ayudar a Floresta a caminar nuevamente. No escatimaré tiempo ni esfuerzo para llevarla al tratamiento.
Comenzó los ejercicios para mejorar sus habilidades cognitivas y seguir creciendo. La niña fue muy cooperativa con la pelota, caminando sobre la arena con una cara fresca. Cuando la existencia tiene mil formas de ayudar y siempre estoy necesitado de apoyo espiritual y material para ayudar a Floresita a mejorar su día.
Hubo muchas veces en las que pensé que era una bruja y solo pensaba en mis propios logros. Nunca me puse en el lugar de Floresta para pensar en lo que ella quiere y necesita. Pero todo era solo por ella, quería que ella caminara con confianza para demostrar que no era una perra inútil.
Gracias, Floresita, porque has sido un regalo increíble que Dios me ha dado en los momentos oscuros de mi vida. Me enseñaste a ser paciente y a seguir luchando. Hay muchos destinos desafortunados en las calles que no puedo salvar, así que levantemos más conciencia para cada uno de nosotros. Salvar criaturas desafortunadas es un gesto noble. Salvar un mal destino puede que no signifique nada para todos, pero para ellos, les dio un cielo lleno de sueños.