Si los perros pudieran hablar, seguramente rogarían a sus familias que los amen con todo su ser y los abracen cada día. El cálido abrazo de sus humanos es su refugio, donde encuentran felicidad y seguridad.
Es desgarrador saber que tantos perros sufren maltratos y son privados del amor y la alegría que merecen.
La historia de Gordough, un adorable perrito, es un ejemplo conmovedor de esto. Después de ser abandonado y dejado atado a un banco en el parque por sus dueños, quedó profundamente herido. Imaginar la desolación que debió sentir al ver a sus humanos alejarse es desgarrador.
A pesar de su tristeza, Gordough mantuvo la esperanza de que regresaran por él. Permaneció allí, con una mirada triste en sus ojos, pero nunca volvieron.
Aunque su corazón estaba destrozado, Gordough no perdió la fe en que alguien lo notaría y lo llevaría a un lugar seguro y cálido.
Los rescatistas de la Sociedad Humanitaria de Austin, con sede en Texas, quedaron conmocionados al encontrar a un enorme perro de raza mixta, parecido a un Pit Bull, atado a un banco con una mirada suplicante en su rostro triste.
Tan pronto como el equipo de rescate lo vio, se dieron cuenta de que estaba enfermo.
“Estaba… malhumorado de pies a cabeza. Tenía infecciones en la piel y los ojos y necesitaba desesperadamente baños medicinales, gotas para los ojos y ungüentos para tratarlas”, escribió la Fundación 15/10 en Facebook.
Aunque estaba sufriendo, el cachorro se emocionó y su cola comenzó a moverse en el momento en que los vio acercarse.
Los rescatistas acariciaron tiernamente su cabeza y el perro, más tarde llamado Gordough, sintió al instante que eran los héroes que estaba esperando. Sus ojos se llenaron de cariño y gratitud mientras los veía desatar la correa del banco.
Los rescatistas lo llevaron inmediatamente al refugio.
El cachorro cautivó los corazones del personal del refugio tan pronto como lo conocieron.
“Gordough es un tipo grande, pesa 115 libras pero tiene un comportamiento dulce y gentil”, escribió Austin Humane Society en Instagram.
Sus cuidadores le dieron un baño. Gordough fue extremadamente paciente mientras le trataban la piel con muchos ungüentos.
Le demostraron cariño y le dieron muchos mimos. El gentil gigante agradeció profundamente el cariño de sus amigos. Ver sus caras sonrientes lo hizo sentir seguro.
El rostro de Gordough empezó a sonreír.
Gordough estaba feliz de tener un descanso muy necesario.
“Gordough es como una de esas felices estatuas de Buda reclinadas que cobran vida. El maestro zen es una inspiración para los adictos a la televisión en todas partes”, dijo la organización sin fines de lucro con sede en Austin a la Fundación 15/10, que luego compartió en Facebook.
La historia del rescate de Gordough rápidamente se hizo popular en las redes sociales y llamó la atención de la Fundación 15/10, una organización sin fines de lucro en Los Ángeles, California, que brinda a los perros de refugio la ayuda médica que necesitan.
La organización se ofreció a cubrir los gastos médicos del cachorro. Gracias a su ayuda, Gordough recibió el tratamiento necesario.
Poco después, el doggo encontró un hogar adoptivo amoroso y continuó recuperándose.
Su familia adoptiva planeaba cuidarlo durante algún tiempo, pero pronto se dieron cuenta de que Gordough pertenecía a ellos.
El adorable cachorro capturó sus corazones y lo adoptaron, prometiendo amarlo para siempre.
A Gordough le encanta acurrucarse con sus padres adoptivos y absorber el amor ilimitado que le brindan. Al dulce perro también le gusta jugar con juguetes y tomar siestas.
Gordough se ha recuperado por completo. No puede dejar de sonreír porque está viviendo su mejor vida. Se siente amado y adorado.
Estamos felices de que Gordough haya dejado atrás su triste pasado y haya encontrado la felicidad que siempre soñó.