Cuando vieron al perro por primera vez, todos se divirtieron con su apariencia, pensando que tal vez había sido picado por una abeja. Sin embargo, una pareja notó algo inusual: sospecharon que la hinchazón en el cuello del perro se debía a un antiguo collar.
Decidieron conducir 300 km hasta el lugar para investigar. Al llegar, al no obtener información detallada sobre el perro, se dirigieron al comité del pueblo. Sin embargo, no obtuvieron respuestas. Recorrieron cada pueblo preguntando a los lugareños, describiendo la apariencia del perro.
Los aldeanos cálidos se unieron a la búsqueda en un día frío y lluvioso. Después de cinco o seis horas de búsqueda, cuando todos estaban a punto de rendirse, ocurrió un milagro. Debido a la lluvia y el viento, el cachorro se escondía bajo un alero, con la cabeza anormalmente hinchada y evidentes signos de dolor.
Aunque asustado por los extraños, el perro se escapó rápidamente. Los rescatistas tuvieron que usar flechas tranquilizadoras para detenerlo y examinar su estado. El perro, flaco y con una cuerda incrustada en la carne, estaba sufriendo. Después de liberarlo, la pareja decidió llevarlo consigo.
Durante las tres horas de viaje de regreso, el olor del perro era fuerte, pero demostró valentía al llegar al hospital. El veterinario cortó la cuerda y después de rasurarle el pelaje, las heridas del perro eran evidentes y desgarradoras.
La cuerda del cuello, que llevaba desde cachorro, finalmente se aflojó. La cara del perro empezó a desinflamarse. Aunque todavía mostraba timidez y miedo, se notaba una mejora.
Después de una semana, el perro, ahora llamado “Little Bee”, se volvió más animado. Comenzó a acercarse a las personas, pero seguía siendo cauteloso. Después de un mes de cuidado y atención, una persona amable lo adoptó y le brindó amor y cuidado.
La comida nutritiva y los juguetes nuevos hicieron que Little Bee disfrutara de su nueva vida. Aunque sus heridas externas sanaron, su trauma interno requerirá tiempo para curarse por completo. La historia de Little Bee es un recordatorio de ser amables con los animales vulnerables y ofrecerles amor. ¡Ahora, Little Bee puede vivir una vida feliz y plena gracias a la compasión y el esfuerzo de quienes lo rescataron!