Descarta los tatuajes en blanco y negro, pues la tinta de acuarela es el nuevo estándar de excelencia en la industria del tatuaje. Robson Carvalho, un talentoso tatuador con sede en Sao Paulo, Brasil, se destaca por su enfoque gráfico descrito con una amplia gama de adjetivos y adverbios, que incluyen “descuidado”, “libre”, “acuarela” y “pastel”. Sus tatuajes parecen sacados directamente de uno de sus cuadernos de bocetos y, en la mayoría de los casos, eso es exactamente lo que ha ocurrido. Los tatuajes de Carvalho capturan esa técnica de trazo libre con pluma. Su destreza da la impresión de que, en lugar de utilizar una máquina de tatuar, estuviera trazando un garabato con un rotulador y un pincel. La imperfección es lo que otorga a su obra su calidad inmaculada: algunas líneas se desdibujan, algunos colores se desvanecen y parte de la tinta salpica como si la plumilla se hubiera deslizado y caído.