En la carretera, de repente, diviso a una madre perro parada en el costado, ladrando con fuerza. Parece estar intentando llamar la atención de alguien, buscando desesperadamente ayuda. Al ver sus pechos llenos, suponemos que está amamantando a sus cachorros. Decidimos seguirla.
El lugar está desolado. Después de unos 5 minutos, nos lleva hasta sus recién nacidos. Son tan frágiles, yacen en el suelo frío y húmedo, apenas un charco. Los cachorros están en grave peligro. ¿Será una perra sin hogar? ¿O alguien los abandonó aquí? Pero los instintos maternos la impulsan, está visiblemente preocupada por sus cachorros, no aparta la mirada de nosotros.
Comienza a nevar. Sin un refugio cálido, su supervivencia se complica. A unos 100 metros, encontramos un granero. ¿Fue este el lugar al que alguien la arrojó? El dueño negó toda responsabilidad cuando estaba embarazada. La pobre madre está extremadamente estresada.
Tratamos de convencerla para que entre al granero. Quizás ese lugar ya fue testigo de su sufrimiento. Llevo a sus cachorros al granero, y después de un poco de persuasión, finalmente ella también entra. La nieve sigue cayendo, todo está empezando a congelarse.
Mañana los llevaremos a casa. Una semana después, la madre perro y sus pequeños cachorros están en un lugar cálido, estables y seguros. Les deseamos felicidad y suerte a esta joven madre y a sus adorables cachorros. ¡Y un muy feliz año nuevo 2024 a estos pequeños ángeles!