En un estado desgarrador, lleno de pulgas y apenas capaz de caminar, Porotito, un bebé galgo de apenas seis meses de edad, era una imagen desoladora. Un hombre, conmovido por su sufrimiento, decidió rescatarlo y evitar que continuara vagando en ese estado, con el riesgo de morir en una cuneta. Pidió ayuda a otra persona, quien nos contactó y describió la situación desesperada de Porotito: lleno de pulgas, apenas capaz de caminar, con encías pálidas y visiblemente dolorido.
Nos quedamos sin palabras ante tal sufrimiento. ¡Bienvenido a la vida, pequeño Porotito! Así comenzó su historia de rescate y recuperación.
Desde el primer día, Porotito demostró una fortaleza admirable. Aunque estaba muy decaído y algo abatido, mostraba signos de alerta. Comía con entusiasmo y, por suerte, no había vomitado ni defecado. Sin embargo, los exámenes mostraron una anemia significativa y un alto recuento de glóbulos blancos, indicativos de una posible ehrlichiosis.
A pesar de su enfermedad y desnutrición, Porotito luchaba por sobrevivir. Día tras día, su recuperación fue evidente. Con el amor y cuidado de nuestro equipo, comenzó a recuperar su vitalidad. Se convirtió en un compañero amigable y feliz, disfrutando de la compañía de otros perros y mostrando una determinación inquebrantable.
Finalmente, después de un mes y siete días de arduo trabajo y cuidados, Porotito logró recuperarse por completo. Se transformó en un perro radiante, lleno de vida y fuerza. Aunque solo tiene unos cinco meses de edad, ya se merece todo el amor del mundo.
¡Gracias a todos por su constante apoyo en esta emocionante jornada de rescate y transformación!