“Un encuentro milagroso: un perro encuentra un gemelo parecido durante todo el paseo y evoca la adopción”
En medio de la tentación de los productos del mercado actual, un perro llamó su atención más que cualquier otra cosa: un perro que se parecía mucho a Rogue. Fue este momento fortuito el que llevó a Coleman y su pareja a adoptar a su cachorro de 8 meses, a quien cariñosamente llamaron Bestia, creyendo que era el futuro lo que los unía.
Para afrontar el problema de alquilar un condominio como una familia de varias especies (dos personas, dos gatos y dos perros), Coleman y Rogue se lanzaron a dar un paseo por el mercado de agricultores de su zona. Sin embargo, no fueron las decisiones del mercado las que capturaron sus corazones, sino un compañero perro que reflejaba la apariencia de Rogue.
Aunque anteriormente Rogue había sido el único perro de la familia, abrazó a Bestia como si fuera su gemelo perdido hace mucho tiempo, separado al principio. Un vínculo floreció entre ellos, sin importar su conexión no biológica.
De su vida compartida, el deseo de Rogue por los juguetes de Beast lo decía todo. Coleman se ríe mientras recuerda: “Al principio, comprábamos a Beast y Rogue juguetes iguales, pero ella solo quería lo que Beast tenía y siempre se los quitaba”.
A medida que la vida se desarrollaba, Bestia se convirtió en un querido compañero de abrazos, compitiendo con los gatos de la familia por un codiciado lugar en el regazo. Ahora residen en Hawái y su conexión sigue siendo inquebrantable, un testimonio del poder de su vínculo.
Al reflexionar sobre un viaje a través del país que solidificó su unidad, Coleman expresa: “Nuestra gira a través del país confirmó que esta pequeña familia estará junta todo el tiempo”.
La conmovedora historia de su encuentro y la adopción de Bestia refuerza la idea de que el futuro tiene una extraña manera de unir espíritus afines.
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