La historia de Victoria es una de esas que te deja con un nudo en la garganta y lágrimas en los ojos. Abandonada al lado del basurero, esta perrita solo podía llorar mientras estaba atrapada en una caja, incapaz de salir. Al rescatarla, descubrimos un gran tumor en su boca, que parecía ser la razón por la cual había sido abandonada.
En casa, Victoria era tímida y a menudo intentaba escapar. Además, el tumor dificultaba su capacidad para comer, y muchos tenían miedo de mirarle la boca debido a la deformidad que causaba. Sin embargo, la llevamos al veterinario, donde se confirmaron nuestros temores: Victoria tenía cáncer.
A pesar del dolor, Victoria fue valiente durante su tratamiento de quimioterapia. Afortunadamente, vivíamos cerca del veterinario, por lo que no necesitaba ser hospitalizada. Sin embargo, después de dos rondas de quimioterapia, su salud comenzó a deteriorarse. Nos sorprendió descubrir que Victoria tenía al menos 8 años, lo que complicaba su recuperación.
Decidimos no someterla a una cirugía para extirpar el tumor, ya que habría significado perder todo su hocico. En su lugar, optamos por tratarla con medicamentos, y aunque los días fueron difíciles, también fueron sus días más felices. Sus ojos reflejaban su amor y gratitud hacia nosotros.
Finalmente, después de 40 días de tratamiento, una noticia maravillosa llegó: una mujer maravillosa decidió adoptar a Victoria. Nos sorprendió su decisión, pero estábamos agradecidos de que estuviera dispuesta a acompañar a Victoria en su viaje largo y difícil. Ahora, Victoria vive la vida que siempre soñó, donde es amada, cuidada y apreciada por la persona que la rescató. Su nueva vida se abre ante ella, llena de amor y esperanza.