No, eso no es una pequeña montaña, sino un gran árbol.
Crédito de la imagen: Eréndira Rodríguez.
¿Cuál es el árbol más grande del mundo? El general Sherman ciertamente está entre los principales contendientes, pero miren esto.
En lo más profundo del Caribe colombiano existe un árbol que algunos llaman erróneamente ‘El Árbol del Guacarí’, que era otro árbol enorme en la misma zona, bastante similar en apariencia al árbol que ahora presentamos.
Ese árbol, también llamado el Samán de Guacarí, solía aparecer en las monedas colombianas de 500 pesos en los años 90. Era un Samanea saman, también conocido a veces como árbol de la lluvia, y fue talado en 1989 cuando sus gruesas ramas comenzaron a desprenderse.
El ‘Árbol de Guacarí’ original: un árbol diferente, de diferente especie, pero de apariencia similar. Crédito de la imagen: Siembra
Pero el árbol del que trata este artículo es diferente. No es otro samán icónico de Samanea, aunque realmente lo parezca. No, en realidad es un Ficus, comúnmente conocido como higuera, la popular planta ornamental que encontrarás en jardines y hogares de todo el mundo. Y ha crecido enormemente.
Considerado como el árbol más grande de Columbia, el higo gigantesco es tan grande que, desde lejos, podría confundirse con una colina. De hecho, cuando te acercas a él, tienes la sensación de estar empequeñecido hasta sentirte realmente diminuto. Esto es natural, ya que este gigante tendría supuestamente 30 metros de altura y 75 metros de diámetro (no hemos podido encontrar pruebas concluyentes, pero las imágenes parecen subrayarlo).
El árbol tiene un follaje increíblemente hermoso que parece una montaña verde, con ramas que besan el suelo como si rindieran homenaje a la Madre Tierra. Y no sólo besan la tierra, sino que funcionan como soportes que el propio árbol ha generado, a partir de raíces aéreas provenientes de las ramas más alejadas del tronco.
El follaje es tan enorme que al árbol le han crecido pilares para sostenerlo. Crédito de la imagen: Viajar en Verano
Una vista maravillosa en verdad. Debajo de este colosal árbol uno tiene la sensación de estar en el sótano de un gran edificio, con muchas columnas que sostienen la masa gigante, informa Viajar en Verano. Algunos en Latinoamérica lo llaman ‘El Árbol que Camina’, por sus ‘pies’ con los que asegura su expansión. En efecto, los pilares sobre los que ha crecido son como ramas a través de las cuales avanza para cubrir con sus ramas una mayor superficie para recibir los rayos del sol más directamente o encontrar tierras más fértiles para alimentarse.
Aún más interesante es que el Árbol de San Marcos no es un árbol. Son varios árboles.
No es sólo un árbol, sino seis árboles unidos. Crédito de la imagen: Viajar en Verano
El historiador Raúl Ospino Rangel da una espléndida descripción de cómo se formó la masa verde.
Todo empezó cuando en 1964 el dueño de la finca Alejandría quiso proteger un cedro amarillo que había plantado. Colocaron seis varas de higuera alrededor del árbol joven para evitar que el ganado dañara el cedro joven.
Pero sucedió todo lo contrario: en lugar de darle seguridad al cedro, de la higuera brotaron brotes y luego ramas, que eventualmente terminaron absorbiendo y devorando al cedro amarillo.
Las ramas se inclinan para besar el suelo y dar cobijo a un pavo real. Crédito de la imagen: Wbeimar Muñoz González.
Así que el ‘Higo Gigante de San Marcos’ no es solo una, sino seis plantas diferentes que estaban unidas y fortalecidas por raíces aéreas con las que formaban soportes en el suelo.
Si alguna vez viaja a la costa atlántica de Colombia, asegúrese de visitar San Marcos y déjese abrazar por las sombrías extremidades del ‘Árbol más hermoso de Colombia’. Seguro que la verás desde lejos: unos tres kilómetros antes de entrar en la finca Alejandría podrás vislumbrar por primera vez la gigantesca ‘montaña verde’.
Crédito de la imagen: Antonio Sáez.
Protegido por las ramas de este árbol, uno se siente pequeño, pero también enriquecido por su poderosa energía. Esperemos que dure mucho tiempo.