Se asustó cuando entendió lo que estaba pasando. La madre perra vino a consolarlo. Estaba encantado de ver que su madre estaba a salvo, y estos fueron realmente sus momentos emocionales.La recuperación tomó tiempo, ya que se rompió las tres patas y se usaron dosis significativas de analgésicos. Aun así, la agonía aún lo mantenía despierto, y después de muchos días, finalmente fueron dados de alta.
Una cosa es segura, alguna vez tuvo una residencia. Pero, ¿por qué ella y su cachorro estaban en ese camino? Tampoco tenía collar alrededor de su cuello.
A medida que pasaban los días, Ramsés creció mucho más.
El hueso se había curado y podía estar de pie. Los médicos le estaban quitando las prótesis de las piernas. Su recuperación era solo cuestión de tiempo, y una enfermera allí lo adoraba y quería adoptarlo. Fue algo maravilloso en su existencia.
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