Nuestros cachorros son miembros muy queridos de nuestra familia y no podemos imaginar la vida sin ellos. Son nuestros verdaderos compañeros y el tiempo que compartimos con ellos es la mejor parte de nuestro día.
Merecen todo el amor del mundo y hacemos todo lo posible para mantenerlos felices.
Desafortunadamente, hay dueños de perros desalmados que no sienten lo mismo por sus mascotas. Los abandonan cruelmente y los dejan en las calles.
Indigo fue uno de esos cachorros que fue rechazado por sus dueños. Tenía solo unos pocos días cuando fue separado de los cariñosos brazos de su madre.
Sus crueles dueños la colocaron en una caja de cartón y la dejaron en la calle durante la noche. La adorable cachorrita seguía llorando, anhelando la compañía de su madre. Estaba asustada y extrañaba los cálidos abrazos de su madre.
A la mañana siguiente, un buen samaritano encontró al pequeño cachorro peludo. Al escucharla llorar, la mujer se sintió desolada. La cachorrita recién nacida necesitaba a su madre más que nunca.
La mujer se puso en contacto con el refugio local y los rescatistas acudieron para salvar al cachorro. Lo colocaron en un hogar de acogida.
La bebé se sentía agotada y débil después de pasar toda la noche sola. Su madre adoptiva cuidó mucho al cachorro y le dio biberón.
Pronto, notó algo extraño en los ojos del cachorro. Parecía tener cataratas.
La madre adoptiva se entristeció al darse cuenta de que una enfermedad ocular era la razón por la que los dueños la separaron de su madre.
Fue extremadamente difícil consolar al cachorro. Todo lo que quería era estar con su madre.
La cuidadora del peludo se preocupó al ver que el cachorro tenía diarrea. Consultó con el veterinario y le recetaron el medicamento que necesitaba. Después de tomar la medicina, la cachorrita se sintió mejor y se quedó dormida.
La madre adoptiva del cachorro tenía su propio perro, Stefani, y él también cuidaba al cachorro. Se sentó al lado de la recién nacida, asegurándose de que los gatos no la despertaran. Ver a su perro cuidar al pequeño bebé calentó el corazón de la mujer.
Envolvió al cachorro en una manta y lo mantuvo abrigado. Dio un suspiro de alivio al notar que la diarrea del cachorro había cesado.
Mientras la madre adoptiva del cachorro acariciaba tiernamente al encantador cachorro, ella se sentía en paz.
Stefani continuó vigilando al pequeño cachorro, especialmente mientras ella dormía. Quería asegurarse de que no se cayera.
La madre adoptiva de Índigo la llevó a casa y se aseguró de que tomara sus medicamentos a tiempo. Continuó cuidando excelentemente al cachorro y mimándola.
Cuando notó que Índigo podía ver con mayor claridad, su madre adoptiva se dio cuenta de que el medicamento había funcionado. Estaba encantada.
Índigo se sintió segura y feliz, absorbiendo todo el amor que le brindaba su madre adoptiva. Ella se convirtió en una hermosa perra.
Agradecemos al Buen Samaritano que la encontró y a su madre adoptiva por brindarle el amor y el cuidado que merecía.